jueves, 28 de enero de 2010

VII♥

Pase el fin de semana con las palabras de Helga retumbándome una y otra vez en mi cabeza, sentía deseos de ver a Ana, de cuestionarla, de observarla….

En esos momentos recordé la forma tan extraña en la que nos conocimos, pues la noche fue testigo de nuestro primer encuentro y la lluvia de nuestros besos. Con todo esto me di cuenta que no había nadie en el mundo que quisiera mas que a Ana, y así las fuerzas del destino lo impidieran, para mí era claro que debíamos estar juntos para siempre.

Por fin era lunes la ansiedad me carcomía, y contaba los segundos para verla, así que me fui para su facultad que quedaba cerca a la entrada de la universidad. Pronto la vi salir de uno de los salones del enorme edificio se acercaba a mí, no sonreía al verme como en otras ocasiones su rostro mostraba signos de tristeza lo que supuse era producto de aquel terrible acontecimiento que había ocurrido en su familia.

Nos saludamos fríamente. De inmediato la invite a la cafetería para tomarnos algo y conversar. Así que empecé yo:

¿Cómo está tu hermano? ¿Cómo sigue?

Igual… los doctores dicen que debemos esperar y ser pacientes pues aun no están seguros de que Gabriel este totalmente bien.

Cuando termino de hablar se puso muy mal, me acerque para abrazarla, entonces nos miramos fijamente, ambos deseábamos repetir aquellos besos apasionados y no dudamos un segundo para que nuestros labios se acercaran, de pronto ella interrumpió aquel hermoso momento y dijo:

-Basta Sebastián… tu no me conoces, esto no puede ser.

-¿pero de que hablas? Ana yo tengo que decirte que te amo, que en estos pocos momentos compartidos has logrado entrar a mi alma, cada parte de mi cuerpo te pertenece y no me importa lo que otros digan y piensen.

-¿Qué? ¿Cómo? – parecía totalmente anonada ante aquella inesperada revelación pero para mi gran sorpresa estos sentimientos no eran correspondidos- lo siento Sebastián te has enamorado de la persona equivocada yo no podría corresponderte nunca. Adiós Sebastián… adiós para siempre.

Ana Salió corriendo de aquel lugar. Mi mente quedo en blanco. Aquella mujer que conocí llorando, que vivía consolado por su suerte un poco desventurada, había provocado en mí la tristeza más grande que se pueda imaginar. Pasaron las horas y las clases terminaron, llegue a la soledad de mi habitación para derrumbarme, para recordar aquellas dolorosas palabras que habían sido como miles de espinas rompiendo mi corazón y mi alma. Creía que era lo peor, ¿Cómo había podido enamorarme en tampoco tiempo? ¿Quién era Ana en realidad? ¿En realidad esto era un amor equivocado?...

domingo, 24 de enero de 2010

VI♥

Sonó su teléfono y ella contesto, a medida que avanzaba la llamada su rostro se entristecía y de sus ojos brotaron las lagrimas.

Luego termino la llamada y le pregunte qué pasaba ella contesto: es que… paso algo muy terrible, mi hermano sufrió un accidente y está muy grave, tengo que ir de inmediato al hospital, al parecer necesitan un donante de sangre y yo tengo su mismo tipo, no puedo esperar más.

Yo te acompaño –le dije- mientras ambos parábamos un taxi.

Llegamos al hospital y allí estaba su padre y una mujer que resulto ser su tía. Ana ingreso a un cuarto del hospital donde le harían los exámenes correspondientes para saber si podía donarle sangre a su hermano. Yo me quede con su padre y su tía, que estaba destrozada por aquel suceso, el padre no lloraba, pero sin duda estaba muy angustiado y no paraba de dar vueltas por toda la sala. Hablamos muy poco. Ana salió de aquel cuarto, al parecer debíamos esperar un poco a los resultados, ella se veía tan impaciente, tan buena, tan noble y preocupada.

Después de algún tiempo, menos del que esperaba, llegaron los resultados y pese, al tipo de sangre tan poco común que tenía el hermano, Ana si podría donar. Todos se pusieron muy contentos Ana no paraba de sonreír, mientras se daba un tierno y cálido abrazo con su tía y su padre. De pronto su tía cuestiono al doctor:

-¿Verdad, verdad que si se va a salvar Gabrielito?

-Si señora no se preocupe con la cantidad de sangre que vamos a suministrarle, Gabriel se va a recuperar.

- Ay gracias, muchas gracias doctor.

Ana salió de la sala con el doctor, dispuesta a donar la sangre.

De pronto el padre fue por café y algunos comestibles y yo me quede solo con la mujer que aparentaba unos cincuenta años de edad. Pronto comenzamos una charla muy muy interesante:

-mucho gusto señora, mi nombre es Sebastián. Soy amigo de su hija

-ella asintió con la cabeza y después de unos segundos respondió-

-yo soy la tía de Ana, mi nombre es Helga.

-Quiere mucho a sus sobrinos ¿verdad?

-Así es, los he cuidado desde que su madre murió, Gabriel tenía 6 años y Ana 4. Gabriel es un chico tan bueno, ay lamento mucho todo esto- dijo mientras intentaba secar sus lagrimas con un pañuelo- discúlpeme, joven. ¿Me dijo usted que es amigo de Ana?

- si, señora, muy buenos amigos- le dije con una sonrisa picara.

-mmm que bien. Ana es una persona muy difícil, es un poco grosera, nunca se sabe nada de ella se aísla en su mundo con toda su música y su ropa negra, ha perdido a los pocos amigos que ha tenido, y no ha tenido novios… bueno al menos que conozcamos. Nunca he podido lidiar con ella

- la mire sorprendido, mientras pensaba que Ana no podía ser aquella mujer, si era cierto que siempre vestía de negro ¿pero eso que tenia de malo?, que la primera vez que quise hablarle ni me dirigió la palabra y lo que hizo con aquel chico de tirarle la bebida encima. Pero había algo en sus ojos y en su forma de ser que me demostraba lo contrario, Ana era diferente.

Después de media hora Ana salió un poco débil, después nos apartamos hacia un extremo de la sala y me dijo: Creo que has estado mucho tiempo, es muy tarde debes irte, no te preocupes.

Está bien. Pero debemos hablar – le susurre al oído mientras nos dábamos un abrazo de despedida- ella asintió con la cabeza.

Después me despedí del padre y de Helga la tía. Les exprese a todos mis deseos de una pronta recuperación para Gabriel.

Me marche del hospital bastante inquieto una y otra vez daban vuelta en mi cabeza las palabras de Helga, no dormí.

viernes, 22 de enero de 2010

V♥

Nos sentamos debajo de un árbol, ella tenia la mirada perdida y no hablaba, pero yo termine ese silencio con un fuerte abrazo y le dije: No te preocupes, todo ira bien. Ella me abrazaba mas fuerte, un gran silencio de mas de un minuto acompaño esta escena. Pero luego nuestros cuerpos se separaron y dijo: Aquel hombre me engaño con esa chica, me utilizo - la mire confundido- tengo los mejores promedios de la clase, él se acerco a mi para subir los suyos, ¡es un ....

La mire muy triste, eso era lo que le pasaba, por eso era su llanto, se veia tan desdichada, tan desprotegida. No me salian mas palabras por decir solo la acompañe en ese momento tan doloroso para ella. Me dijo que queria irse a su casa y no pensar en nada mas, a lo que repondí estar deacuerdo, le propuse acompañarla pues estaba muy mal y ella accedio. Justo cuando la deje en la puerta de su casa dijo: gracias por todo, eres un muy buen amigo. Toco mi brazo y sonrio. Derrepente un hombre mayor salio en la ventana, nos miro con extrañeza y exclamo: ¡vamos Ana, ¿que te pasa? ¿que torpeza hiciste esta vez?!. Ella lo miro seriamente y me dijo casi susurrandome: no te preocupes es mi padre.... adios sebastian. Ana entro a su casa y yo parti hacia la universidad aun me faltaba una clase por ver. Estaba confundido e inquieto. una y mil veces me preguntaba quien era esa mujer que me preocupaba y me interesaba tanto.

Y asi pasaron dias en los que nuestra amistad se afianzo más, habia instantes en los que creia que eramos mucho mas que eso.

Ana y yo decidimos salir de la universidad que habia sido nuestro lugar. Asi que nos dispusimos a huir de la monotonia y de aquellos personajes que Ana evitaba y que la hacian poner de malas, el cielo estaba gris y empezaba a llover. Salimos de la universidad y la lluvia se incremento, nuestros cuerpos mojados buscaban refugio en los arboles, aunque la lluvia era fuerte, nos divertiamos como niños bajo ella. En un instante, cuando acampábamos un poco para ir a un restaurante-bar, nuestros ojos se miraban mas fijamente que nunca, nuestros cuerpos se acercaban mas y mas, nuestras bocas se llamaban en un lenguaje que solo el romanticismo de aquel momento podia descifrar. Nuestros labios se pusieron lo mas cerca posible los unos de los otros. Sentia que volaba, cuando abrazaba su rostro con mis manos y cuando ella introducia sus dedos en mi cabello, jamas habia sentido tanta felicidad en mi vida, hasta que algo inesperado ocurrio.

miércoles, 20 de enero de 2010

IV♥

Cuando me puse en mi lugar, me miraba fijamente con sus ojos llorosos y dijo: disculpa, no te conozco y te estoy mortificando con mis cosas- hizo una pequeña pausa y continuo- creo que no nos conocimos en el mejor momento. Apresuradamente respondí: no es el mejor momento, pero por algo sucedio, es nuestro destino. Me miro y sonrio. Hablamos un buen rato sobre la universidad, el lugar donde viviamos, nuestras carreras etc. Para mi era claro que no queria hablarme mas sobre sus problemas, tal vez la falta de confianza, el lugar, el momento no se... solo sabia que era aun mas hermosa cuando se reia de mis chistes tontos y sin sentido, que cuando lloraba.

Nos dispusimos a salir de la cafeteria hacia clases con una gran promesa: vernos pronto.

Al dia siguiente, cuando sali de una de las clases mas extenuantes y aburridas de toda mi carrera: Filosofia, una gran sorpresa despejo el cansancio y el aburrimiento que hasta el momento era mi dia: Ana habia venido a verme a mi facultad, una gran sonrisa se hallaba en su rostro cuando se acercaba a mi. Nos saludamos con un beso en la mejilla. Mi facultad era un poco lejos de la de Ana.

Fuimos a comprar dos bebidas, mientras las pagaba Ana se alejo un poco de mi, se acerco hacia un tipo y una chica que no distingui desde mi lejanía, y sin mediar palabra ella derramo la bebida sobre él. Derrepente ví como aquel hombre era el mismo con quien Ana discutió esa vez. El se paro muy sorprendido y la agredia con palabras soeces, inmediatamente me acerque para protegerla de aquel hombre que parecia querer agredirla fisicamente, puse mi cuerpo como escudo del suyo y pedi respeto para ella, ahi estaba yo cuidandola. Inmediatamente la saque de aquel lugar aunque ella se resistia, no lloraba, pero su piel de porcelana se enrojecio a causa de la ira.

domingo, 17 de enero de 2010

III♥

Llegue cinco minutos antes de lo acordado... estaba tan impaciente, tan ansioso.

Diez minutos después la vi, un poco lejos me miraba y se dirigia hacia mi. Ahi estaba otra vez vestida de negro con mirada misteriosa, abrazando sus libros.

-hola- le dije apresuradamente- ¿ya estas mejor?
-creo que si- me dijo con voz debil y ronca. Aunque no estaba llorando sus ojos expresaban una tristeza evidente.

Nos dirigimos a la cafeteria que no quedaba lejos. Pedimos dos jugos y entonces cuando un largo y doloroso silencio se apodero de nosotros dije: Te he visto llorar estos dos dias ¿que te pasa?.

Me miro y dijo: no he tenido buenos dias. -hizo una pausa, como para darse valor y continuo- a veces confias tanto en alguien, luego te das cuenta de que se han aprovechado de ti y...
callo, un nudo en la garganta fue el culpable, no me miraba, alzaba su mirada tratando de no dejar salir alguna lagrima pero esto fue imposible.

La mire por pocos segundos y le dije: no te preocupes, entiendo que no quieras hablar de esto... solo quiero decirte que aqui me tienes y me tendras, para siempre. Me acerque y saque mi pañuelo para secar sus lagrimas otra vez, estaba tan cerca de ella, miraba su hermoso rostro, sus labios, sus ojos y no pude evitar perderme en ellos. Despues de un rato, me miro apenada, apresuradamente quite mis manos que abrazaban su rostro.


sábado, 16 de enero de 2010

II♥

Al día siguiente tenia clases muy temprano.

iba con tiempo suficiente y me detuve a comprar un periodico en la esquina de la universidad. Caminaba e iba leyendo. Entre a la universidad y depronto algo hizo que se interrumpiera mi lectura. Era una fuerte discusion de una chica y un chico, me acerque entre la multitud para ver, por que una de aquellas dos voces se me hacia muy familiar.

¡Era Ana! que gritaba contra un tipo muy bien parecido. No entendia nada de lo que decia por que la expresion de su rostro totalmente disgustado hacia que me distrajera. Pronto se acabo la discusion y Ana salio corriendo del lugar, todos murmuraban y negaban con la cabeza. Lo unico que hice fue salir corriendo a alcanzarla, la seguia con la mirada, hasta que la encontre sentada en uno rinconcito de su facultad, donde nadie pudiera verla facilmente, la mire muy triste, pero ella lo estaba aun mas, lloraba. Apenas se percato de que alguien la veia exclamo: ¡largate! ¡largate!- sus ojos expresaban la ira mas grande del mundo. Le dije: ¿que te pasa? quiero ayudarte. Me agache con un pañuelo y limpie su rostro, manchado por sus lagrimas mezcladas con pestañina. Acto seguido le sonrei, ella me dio las gracias, pero no sonrio. Nos paramos y dijo, con su característica voz dulce, pero ahora un poco debil y triste: Ahora debo irme- dio media vuelta dandome la espalda pero yo la segui y dije: espera, quiero que me cuentes que paso, se que apenas te vi ayer pero...

Nos miramos fijamente.

ella dijo: esta bien, ahora no puedo se me hace tarde y tengo un examen, pero puedes venir en una hora y media aqui y entonces hablaremos.

-esta bien, aqui estaré- dije sin evitar la emocion que esto me producia.

jueves, 14 de enero de 2010

I

ella se acercaba miraba y miraba el autobus que venia... hasta que se hiba acercando mas a el. Dio dos pasos al frente, miré sorprendido y dije:-hola, ¡detente!- Me miro muy sorprendida, pero luego se acerco a mi y me respondió -hola- con la voz mas suave y dulce que habia escuchado en mi vida. Nos miramos cara a cara durante pocos segundos. Luego sonrio y dijo: -¿creíste que queria que el autobus me atropellara?- la mire y dije: no, no. es que... es que... No pude terminar de decir nada. sus ojos cafes grandes me intimidaban demasiado como para fijarme en mis palabras o en lo que sea.

-Mucho gusto me llamo Ana y tu?
- Sebastian. ¿que carrera estudias?
-Diseño grafico... -nos miramos fijamente- adios debo irme, se hace tarde.
-espero verte pronto Ana!!. Me sonreia mientras se alejaba casi corriendo.

Me puse a andar en mi bicicleta camino al lugar donde vivia. Todo el camino pense en ella y cuando llegue, me tumbe en la cama y segui igual. Recordaba sus ojos de color cafe grandes e imponentes, su voz suave y dulce, su cuerpo que no media mas de 1.60 m, su cabello era negro, ondulado y corto, se vestia de negro. Y todas estas caracteristicas fisicas la hacian ver tan fragil, pero a la vez con su mirada enseñaba ser una persona libre, sensible...

en soledad de mi habitacion exclame: ¡basta Ana, debo dormir!. Se que nos veremos pronto.
y con una sonrisa en mis labios me dormi.

martes, 12 de enero de 2010

Ana

-voy en mi bicicleta rapidamente, hoy como de costumbre me ha cogido la tarde. pero me detiene una bella joven que va hacia la facultad de artes, aunque me encuentro un poco lejos de ella, no me impide ver como de sus ojos caen lagrimas que intenta secar con sus pequeñas manos, tan pequeñas como ella. Se ve tan fragil, tan debil...

aunque tenia clases a las 7 y probablemente eran las 7:10 pm me acerque a aquella joven que no habia visto jamas, pero que sin duda me inquietaba.

hola-le dije apresuradamente, mientras me bajaba de la bicicleta-¿como estas?-me miro extraña pero friamente y seguio su camino sin decirme una sola palabra.

camino a mi facultad me repetia una y otra vez en que habia fallado para que ni siquiera me dirijiese la palabra, entonces surgieron en mi cabeza extrañas, muy extrañas ideas: ¿estaria sudando tanto que me miro asi? ¿tendria comida en toda mi cara?...

llegue a la clase problamente 10 minutos despues del encuentro con aquella chica. sali de la clase hora y media despues cuando derrepente la vi otra vez, iba camino a la salida con sus audifonos puestos, quizas tratando de aislarse del mundo o de lo que sea que la haya hecho sentirse tan mal como para llorar.

ni siquiera pudo verme entre la multitud de estudiantes que iban saliendo, en especial los de arquitectura que siempre llevaban sus enormes maquetas.

En la calle, por la estacion de los autobuses la vi otra vez. Ella miraba una y otra vez uno de los autobuses que venia en la carretera, pense que iba a abordarlo pero al parecer ella tenia otros planes

me enamore de ti como para escucharla con la historia!