lunes, 24 de mayo de 2010
XVII♥
miércoles, 28 de abril de 2010
XVI♥
jueves, 8 de abril de 2010
XV♥
domingo, 28 de marzo de 2010
XIV♥
miércoles, 10 de marzo de 2010
XIII♥
sábado, 20 de febrero de 2010
XII♥
Respiraba fuertemente arrecostada en mi pecho. Asi duramos varios minutos. luego le pregunte que le pasaba y ella repondio: que he sido una tonta.
-¿como? pregunte extrañado.
- si, he sido una tonta siempre... pero lo peor que he hecho en mi vida ha sido rechazarte, perderte y dejarte ir como agua entre mis dedos.
Me miraba con sus ojos llorosos esperando una respuesta, cuando yo totalmente anonadado no podia hablar, tome valor despues de unos segundos y dije:
- la verdad Ana, es que lo que siento por ti es amor, no he podido ni podre olvidarte, te has metido en mi corazon y de alli no quieres salir.
Me miro fijamente y de repente surgio en sus labios una sonrisa hermosa.
nos abrazamos mas fuerte que nunca, no podía creer tenerla entre mis brazos, nos besamos, hablamos poco entre tantas muestras de amor.
la lleve a su casa después de una hora y media, su rostro no aguardaba mas esa tristeza con la que la encontré, eso me hacia estar mas tranquilo, al despedirnos dije:
- Ana, espera aun tenemos muchas cosas por aclarar, todo esto es tan repentino... me rechazaste y luego vuelves a mi, no se en que pensar.
- Sebastian lo unico que quiero que pienses es que te amo y que no podre amar a nadie mas que a ti.
sábado, 13 de febrero de 2010
XI♥
Carolina, yo lo siento mucho, es decir, estoy muy confundido, todo esto me parece tan repentino- Inmediatamente recordé aquel momento en el que Ana me rechazo, yo no podía hacerle esto a Carolina, no era justo.
Lo se Sebastián y créeme no pretendo ser un obstáculo, se que pasaste por una relación muy tormentosa. Pero también creo que debemos intentarlo.
Aun necesito tiempo para replantear muchas cosas de mi vida. – sentía que aunque fuese doloroso, no podía estar con ella. Por que cuando le diera un beso, estaría pensando en Ana.
No hablamos más del tema, no hablamos más que para pedir la cuenta y para decirnos adiós.
Era el dia de la celebracion, llegue puntual, inmediatamente me acerque a Carolina que estaba dos mesas despues de mi, nos saludamos como siempre.
Transcurrio la noche y el salon estaba lleno de personas, profesores y estudiantes, inconcientemente la buscaba, como me encantaria bailar con Ana.
Carolina y yo estuvimos bailando, ella parecia estar muy emocionada conmigo como pareja, aunque visiblemente mi mente se encontraba muy lejos de alli. Ella me presentaba ante sus compañeros con un orgullo increible, tratando de presumir exageradamente a un estudiante de filosofia inteligente y guapo. De repente en una de aquellas canciones se acerco a mi y puso sus labios cerca de los mios, me decia que me amaba. Pense en todas las cualidades de Carolina, y me cuestionaba la tonta manera como mi corazon aguardaba a un ser que me habia rechazado para siempre. Carolina era una gran mujer, mi vida necesitaba la alegria que ella le ponia. Esa noche transcurrio entre besos, bailes, miradas y sonrisas. De repente olvide lo demas para corresponder aquellas bellas muestras de amor que Carolina me proporcionaba.
Era lunes, acordé con Carolina pasar por ella a las 6:30 pm, me fui a su facultad, de repente un llanto hizo que me detuviera, provenia de uno de los arboles que rodeaban aquella facultad, segui aquellos sonidos, llegue a la fuente de ellos, Ana se encontraba sentada en los pies de un arbol, lloraba, ella estaba de espaldas y no me veia, me acerque, toque su hombro, ella volteo a ver y dijo: vete, por favor.
No puedo dejarte sola, ven hablemos.
inmediatamente sono mi celular, me llego un mensaje de Carolina, al parecer no podriamos vernos, por que le habia surgido un problema y tuvo que irse de inmediato.
lunes, 8 de febrero de 2010
X♥
Pasaron varias semanas después de mi encuentro con Carolina, siempre habíamos tenido una excelente relación y ahora todas las cosas estaban saliendo a pedir de boca.
Era jueves por la tarde, Carolina me estaba esperando sentada en una banca al frente de mi facultad, apenas Salí del salón de clases la vi, me sonreía y yo devolví esa sonrisa. Me acerque a ella rápidamente y le dije: ¿Cómo estás?
Muy bien. ¿Y tú?
Bien. ¿Has estado aquí mucho tiempo?
No, no te preocupes, igual tengo algo muy importante que decirte.
Claro dime.
Es que la facultad de artes cumple 30 años, y los de mi semestre organizan una fiesta para celebrar, será en el sábado en el auditorio 5 a las 7 de la noche… y me gustaría muchísimo que me acompañaras.
¿Yo?
Si tontito tu.
Claro es un honor.
Bueno entonces nos vemos ese día en el auditorio
¿Y no prefieres que pase por ti a tu casa?
No… yo soy una de las organizadoras y tenemos que llegar desde mucho antes.
Bueno ahí estaré.
Ven vamos a comer algo muero de hambre.
Está bien, vamos a la cafetería.
Llegamos a la cafetería, nos sentamos juntos, cuando de repente Carolina toco mi mano con la suya tiernamente iba acercándose mas y mas, no entendía lo que pasa, aunque era claro que quería besarme la verdad es que ella no me era indiferente pero no la amaba habían vuelto recuerdos hermosos cuando la vi después de esos cinco años pero esos recuerdos no traían consigo amor. Me dio un pequeño beso, seguido de una linda sonrisa. Me quede mudo no sabía que decirle, trate de hablar pero ella me interrumpió con su dedo índice en mi boca, dijo: no tienes que decirme nada, pero yo, yo si tengo que decirte mucho. Sebastián desde que te volví a ver apareció de nuevo ese amor adolescente que sentí alguna vez hacia a ti, lo sé somos adultos ya, pero siento que te amo aun mas ahora.
Me quede sin palabras Carolina me amaba desde antes de nuestra separación, nunca me lo confesó.
Carolina continúo diciendo con mucha determinación: No te lo dije nunca, aun no sé porque, solo sé que sentí el dolor más grande del mundo cuando partí. Cuando deje al amor más grande de mi vida.
jueves, 4 de febrero de 2010
IX♥
Llegue justo en el tiempo señalado, Carolina me sorprendió una vez mas con su hermosa sonrisa, pero algo mas me inquieta si…. Ver a Ana. Carolina noto que algo me preocupaba y comento: ¿pasa algo Sebastián? … te no noto muy pensativo. Cuéntame
Después de unos minutos en los que yo observaba concentrado las puertas de los salones del edificio. Dije: La verdad debo confesarte muchas cosas. Debo contarte todo lo que ha pasado en mi vida durante todos estos años.
-Y yo me muero por oírlas… se que aquí cerca a la universidad venden unos helados deliciosisimos!!. ¿te acuerdas como íbamos siempre por un helado después de jugar hasta el cansancio?
-Aaa siii. Claro- dije totalmente distraído.
Nos pusimos en marcha. Al parecer ella sentía muchos deseos de saber acerca de mi vida y dijo muy emocionada:
-Bueno, dime quiero saberlo todo.
-Después de que te marchaste me quede muy solo, no sabes todo lo que te he extrañado, tus locuras…
-Si. Hacíamos muchas diabluras, las recuerdo como si fuera ayer. – callo un momento, como recordando aquellos divertidos momentos- ¿pero ahora que hay de tu vida?
-Ahora soy un excelente alumno de filosofía.
-¿Filosofía?
-Si, así es, estoy concursando para ganar una beca de posgrado cuando termine mi carrera. Vivo solo en un departamento. Deje de vivir con mis padres hace unos cuantos años.
-¡Qué bien te felicito!. Oye y ¿no tienes novia?.
Pause un poco para responderle aquella pregunta y ella parecía muy interesada en saber la respuesta, así que dije:
- no. Hace menos de un año que no tengo novia.
¿Y en todo ese tiempo no has conocido a nadie?
-Si. Conocí a una chica, pero no paso nada. Fue muy confusa nuestra relación, si así se le puede llamar. Vivimos muchas cosas intensas, hasta le confesé mi amor- calle, nunca había hablado de Ana con nadie, en ese momento me di cuenta de que siempre necesitas a alguien con quien hablar.
Ella me miraba fijamente, luego se acerco a mí para darme un cálido abrazo, lo necesitaba. Carolina había sido siempre una buena amiga, sentía que podía confiar en ella plenamente.
Carolina era más alta que Ana, tenía el cabello largo y rojizo, en ese momento vestía un vestido azul cielo, sus ojos eran verdes. Definitivamente ella irradiaba luz.
martes, 2 de febrero de 2010
VIII♥
Y así pasaron los días, siempre había sido una persona bastante orgullosa y era obvio que ese orgullo me impedía mirar a Ana a la cara otra vez y pedirle una explicación. Era tormentoso tener que encontrarme con ella en la universidad, y que cada que esto sucedía cada uno iba por su camino, ni siquiera nos mirábamos.
Estaba en la biblioteca de la universidad terminando un trabajo, cuando de repente todo se puso oscuro, era alguien que me tapo los ojos y que quería que adivinara, inmediatamente pensé que podía ser ella, pero no fue así, era Carolina, me sorprendió muchísimo verla. Carolina y yo habíamos sido amigos desde la adolescencia, pero ella y su familia se marcharon de la ciudad hacia cinco años, nunca supe a cual ciudad. Me emocione muchísimo al verla, casi no lo podía creer, salimos de la biblioteca y nos sentamos en unos banquitos que quedaban cerca, le pregunte muy emocionado:
-¿Pero qué haces aquí?
-Me trasladaron a esta universidad, ya llevo una semana aquí y no había tenido la oportunidad de verte, ahí estoy tan feliz.
-Yo también estoy muy feliz de verte, ¿Cuánto has cambiado en cinco años?- Carolina era sin duda una mujer muy bella, siempre lo había sido, su forma de ser, su semblante era el de una persona realmente feliz, destellaba alegría y belleza.
-Te eche de menos todo este tiempo, no sabía si continuarías viviendo aquí… es decir, siempre tuviste planes de marcharte de esta ciudad.
Así es, pero en todo este tiempo he cambiado muchísimo, ha pasado muchas cosas en mi vida.
-¿Sí? ¿Muchas cosas?, entonces debes contármelas, me muero por saber que ha sucedido en tu vida todo este tiempo, como por ejemplo: ¿a cuántas chicas les has robado el corazón? – dijo casi riéndose-
No dije nada sobre eso, más bien me anime a preguntarle sobre su familia y el viaje. Después de quince minutos de hablar sobre el tema, ambos teníamos que ir a clases, le dije: dime cuál es tu facultad, al final de la jornada iré a buscarte para conversar.
Es la facultad de artes, estudio diseño grafico. ¡Bueno te espero! – carolina se marcho rápidamente del lugar, me quede totalmente anonado, ¡ella estudiaba con Ana!
jueves, 28 de enero de 2010
VII♥
Pase el fin de semana con las palabras de Helga retumbándome una y otra vez en mi cabeza, sentía deseos de ver a Ana, de cuestionarla, de observarla….
En esos momentos recordé la forma tan extraña en la que nos conocimos, pues la noche fue testigo de nuestro primer encuentro y la lluvia de nuestros besos. Con todo esto me di cuenta que no había nadie en el mundo que quisiera mas que a Ana, y así las fuerzas del destino lo impidieran, para mí era claro que debíamos estar juntos para siempre.
Por fin era lunes la ansiedad me carcomía, y contaba los segundos para verla, así que me fui para su facultad que quedaba cerca a la entrada de la universidad. Pronto la vi salir de uno de los salones del enorme edificio se acercaba a mí, no sonreía al verme como en otras ocasiones su rostro mostraba signos de tristeza lo que supuse era producto de aquel terrible acontecimiento que había ocurrido en su familia.
Nos saludamos fríamente. De inmediato la invite a la cafetería para tomarnos algo y conversar. Así que empecé yo:
¿Cómo está tu hermano? ¿Cómo sigue?
Igual… los doctores dicen que debemos esperar y ser pacientes pues aun no están seguros de que Gabriel este totalmente bien.
Cuando termino de hablar se puso muy mal, me acerque para abrazarla, entonces nos miramos fijamente, ambos deseábamos repetir aquellos besos apasionados y no dudamos un segundo para que nuestros labios se acercaran, de pronto ella interrumpió aquel hermoso momento y dijo:
-Basta Sebastián… tu no me conoces, esto no puede ser.
-¿pero de que hablas? Ana yo tengo que decirte que te amo, que en estos pocos momentos compartidos has logrado entrar a mi alma, cada parte de mi cuerpo te pertenece y no me importa lo que otros digan y piensen.
-¿Qué? ¿Cómo? – parecía totalmente anonada ante aquella inesperada revelación pero para mi gran sorpresa estos sentimientos no eran correspondidos- lo siento Sebastián te has enamorado de la persona equivocada yo no podría corresponderte nunca. Adiós Sebastián… adiós para siempre.
Ana Salió corriendo de aquel lugar. Mi mente quedo en blanco. Aquella mujer que conocí llorando, que vivía consolado por su suerte un poco desventurada, había provocado en mí la tristeza más grande que se pueda imaginar. Pasaron las horas y las clases terminaron, llegue a la soledad de mi habitación para derrumbarme, para recordar aquellas dolorosas palabras que habían sido como miles de espinas rompiendo mi corazón y mi alma. Creía que era lo peor, ¿Cómo había podido enamorarme en tampoco tiempo? ¿Quién era Ana en realidad? ¿En realidad esto era un amor equivocado?...
domingo, 24 de enero de 2010
VI♥
Sonó su teléfono y ella contesto, a medida que avanzaba la llamada su rostro se entristecía y de sus ojos brotaron las lagrimas.
Luego termino la llamada y le pregunte qué pasaba ella contesto: es que… paso algo muy terrible, mi hermano sufrió un accidente y está muy grave, tengo que ir de inmediato al hospital, al parecer necesitan un donante de sangre y yo tengo su mismo tipo, no puedo esperar más.
Yo te acompaño –le dije- mientras ambos parábamos un taxi.
Llegamos al hospital y allí estaba su padre y una mujer que resulto ser su tía. Ana ingreso a un cuarto del hospital donde le harían los exámenes correspondientes para saber si podía donarle sangre a su hermano. Yo me quede con su padre y su tía, que estaba destrozada por aquel suceso, el padre no lloraba, pero sin duda estaba muy angustiado y no paraba de dar vueltas por toda la sala. Hablamos muy poco. Ana salió de aquel cuarto, al parecer debíamos esperar un poco a los resultados, ella se veía tan impaciente, tan buena, tan noble y preocupada.
Después de algún tiempo, menos del que esperaba, llegaron los resultados y pese, al tipo de sangre tan poco común que tenía el hermano, Ana si podría donar. Todos se pusieron muy contentos Ana no paraba de sonreír, mientras se daba un tierno y cálido abrazo con su tía y su padre. De pronto su tía cuestiono al doctor:
-¿Verdad, verdad que si se va a salvar Gabrielito?
-Si señora no se preocupe con la cantidad de sangre que vamos a suministrarle, Gabriel se va a recuperar.
- Ay gracias, muchas gracias doctor.
Ana salió de la sala con el doctor, dispuesta a donar la sangre.
De pronto el padre fue por café y algunos comestibles y yo me quede solo con la mujer que aparentaba unos cincuenta años de edad. Pronto comenzamos una charla muy muy interesante:
-mucho gusto señora, mi nombre es Sebastián. Soy amigo de su hija
-ella asintió con la cabeza y después de unos segundos respondió-
-yo soy la tía de Ana, mi nombre es Helga.
-Quiere mucho a sus sobrinos ¿verdad?
-Así es, los he cuidado desde que su madre murió, Gabriel tenía 6 años y Ana 4. Gabriel es un chico tan bueno, ay lamento mucho todo esto- dijo mientras intentaba secar sus lagrimas con un pañuelo- discúlpeme, joven. ¿Me dijo usted que es amigo de Ana?
- si, señora, muy buenos amigos- le dije con una sonrisa picara.
-mmm que bien. Ana es una persona muy difícil, es un poco grosera, nunca se sabe nada de ella se aísla en su mundo con toda su música y su ropa negra, ha perdido a los pocos amigos que ha tenido, y no ha tenido novios… bueno al menos que conozcamos. Nunca he podido lidiar con ella
- la mire sorprendido, mientras pensaba que Ana no podía ser aquella mujer, si era cierto que siempre vestía de negro ¿pero eso que tenia de malo?, que la primera vez que quise hablarle ni me dirigió la palabra y lo que hizo con aquel chico de tirarle la bebida encima. Pero había algo en sus ojos y en su forma de ser que me demostraba lo contrario, Ana era diferente.
Después de media hora Ana salió un poco débil, después nos apartamos hacia un extremo de la sala y me dijo: Creo que has estado mucho tiempo, es muy tarde debes irte, no te preocupes.
Está bien. Pero debemos hablar – le susurre al oído mientras nos dábamos un abrazo de despedida- ella asintió con la cabeza.
Después me despedí del padre y de Helga la tía. Les exprese a todos mis deseos de una pronta recuperación para Gabriel.
Me marche del hospital bastante inquieto una y otra vez daban vuelta en mi cabeza las palabras de Helga, no dormí.
viernes, 22 de enero de 2010
V♥
Nos sentamos debajo de un árbol, ella tenia la mirada perdida y no hablaba, pero yo termine ese silencio con un fuerte abrazo y le dije: No te preocupes, todo ira bien. Ella me abrazaba mas fuerte, un gran silencio de mas de un minuto acompaño esta escena. Pero luego nuestros cuerpos se separaron y dijo: Aquel hombre me engaño con esa chica, me utilizo - la mire confundido- tengo los mejores promedios de la clase, él se acerco a mi para subir los suyos, ¡es un ....
La mire muy triste, eso era lo que le pasaba, por eso era su llanto, se veia tan desdichada, tan desprotegida. No me salian mas palabras por decir solo la acompañe en ese momento tan doloroso para ella. Me dijo que queria irse a su casa y no pensar en nada mas, a lo que repondí estar deacuerdo, le propuse acompañarla pues estaba muy mal y ella accedio. Justo cuando la deje en la puerta de su casa dijo: gracias por todo, eres un muy buen amigo. Toco mi brazo y sonrio. Derrepente un hombre mayor salio en la ventana, nos miro con extrañeza y exclamo: ¡vamos Ana, ¿que te pasa? ¿que torpeza hiciste esta vez?!. Ella lo miro seriamente y me dijo casi susurrandome: no te preocupes es mi padre.... adios sebastian. Ana entro a su casa y yo parti hacia la universidad aun me faltaba una clase por ver. Estaba confundido e inquieto. una y mil veces me preguntaba quien era esa mujer que me preocupaba y me interesaba tanto.
Y asi pasaron dias en los que nuestra amistad se afianzo más, habia instantes en los que creia que eramos mucho mas que eso.
Ana y yo decidimos salir de la universidad que habia sido nuestro lugar. Asi que nos dispusimos a huir de la monotonia y de aquellos personajes que Ana evitaba y que la hacian poner de malas, el cielo estaba gris y empezaba a llover. Salimos de la universidad y la lluvia se incremento, nuestros cuerpos mojados buscaban refugio en los arboles, aunque la lluvia era fuerte, nos divertiamos como niños bajo ella. En un instante, cuando acampábamos un poco para ir a un restaurante-bar, nuestros ojos se miraban mas fijamente que nunca, nuestros cuerpos se acercaban mas y mas, nuestras bocas se llamaban en un lenguaje que solo el romanticismo de aquel momento podia descifrar. Nuestros labios se pusieron lo mas cerca posible los unos de los otros. Sentia que volaba, cuando abrazaba su rostro con mis manos y cuando ella introducia sus dedos en mi cabello, jamas habia sentido tanta felicidad en mi vida, hasta que algo inesperado ocurrio.